Los pies son una de las partes del cuerpo más delicadas y a la vez olvidadas en la higiene y cuidados diarios. Sin embargo, muchos problemas con relación a estos, pueden causar deterioro en la calidad de vida de aquellas personas que la padecen.

Un 70% de personas hoy día, padece de alguna enfermedad podal, esto debido a la edad de la persona, ya que las articulaciones y protecciones naturales del cuerpo se van deteriorando lentamente, especialmente la piel sufre un mayor daño.

Factores y causas que agudizan el dolor en los pies

Algunos factores que contribuyen al deterioro de los pies son las posturas incorrectas, herencia genética, permanecer mucho tiempo de pie o el uso inadecuado de calzados.

También el desgaste de las almohadillas plantar del pie, agudizan el dolor generalizado en el antepie, habiendo otras causas muy comunes, como las durezas que se forman por la excesiva presión o fricción.

Debes saber también que el uso de tacones muy altos impide la transpiración y aumentan la presión en zonas concretas de los dedos.

Consejos para mantener los pies sanos

No son patologías graves, pero es bueno tomar algunas previsiones a la hora de mantener los pies en buen estado, evitando así daños muy dolorosos al caminar. Por eso se debe tomar en consideración algunos consejos:

  • Asear los pies a diario, poniendo especial cuidado en los tobillos, plantas, uñas y espacios entre los dedos.
  • Secarlos muy bien ya que el calor y la humedad así como los restos de jabón favorecen la proliferación de hongos y bacterias.
  • Hidratarlos aplicando una buena crema después de lavarlos, enfocándote en los talones, ya que es la zona más reseca y vulnerable al deterioro y aparición de grietas.
  • Realizar masajes al aplicar la crema, abarcando desde el talón hasta el tobillo, la planta y el empeine.
  • Tratar con cuidado la pedicura sin dejar que las uñas crezcan más de lo permitido, cortándolas en forma cuadrada, para evitar que causen problemas al crecer.
  • Usar calcetines de algodón para una correcta transpiración y con un tejido suave en sus costuras para evitar roces que puedan dañar la piel.
  • Seleccionar un calzado que sea cómodo y adaptable al pie, que sea flexible y permita la transpiración de una manera natural. Utiliza calzado que tengan plantilla acolchada o una almohadilla plantar para evitar sobrecargar los pies.
  • Procurar usar calzados de tacón medio a bajo para evitar presión en los pies y accidentes en los tobillos.
  • Realizar ejercicios para mantener los tendones y articulaciones de los pies.
  • Consultar al farmacéutico en relación con las soluciones podológicas, ya que en el mercado se ofrecen diversos productos que alivian los dolores provocados por las distintas patologías, como almohadillas plantar, protectores antifricción, dediles y separadores de callos, taloneras, entre otros.

El uso de la plantilla adecuada es importante ya que evita que el pie se deforme y pueda dañar los otros componentes del pie, como tobillo, tendones y músculos y al mismo tiempo, previene dolores de espalda ayudando a mantener una buena postura.

Y es que elegir un buen calzado es una de las decisiones más importantes para cuidar, proteger y prolongar la calidad de vida de los pies.

Quizás te puedan interesar nuestros artículos relacionados: