Son tantos y tan variados los tipos de plantillas que hoy en día podemos encontrar, que no es de extrañar que muchas personas utilicen plantillas equivocadas o poco adecuadas según sus patologías. Son especialmente aquellos que pasan muchas horas de pie o los que realizan deporte a nivel profesional los que realmente conocen las consecuencias de unos pies doloridos y totalmente agotados.

Con tal de ayudarte a comprender un poco mejor el mundo de las plantillas, queremos presentarte hoy las de descarga, que no deben confundirse nunca con las de comodidad o descanso. Sin embargo, sí que es cierto que, en algunos casos, las plantillas abarcan diversos usos y son capaces de adaptarse a personas con muy diferentes problemas. Un claro ejemplo de ello son las plantillas personalizadas, pues se adaptan al pie de cada individuo tratando además otros problemas generales como el cansancio, la pesadez de piernas o los dolores articulares.

Para qué sirven las plantillas de descarga

Para ser sinceros tenemos que aclarar que las plantillas de descarga no son muy específicas, pues como explicábamos antes, éstas plantillas son capaces de cubrir diferentes problemas. Entre las patologías y molestias que mejoran se encuentran las siguientes:

  • Hiperqueratosis. Este término tan raro se refiere a las comunes y molestas callosidades, las durezas y los papilomas traumáticos.
  • Marcas dolorosas o perforantes. Cuando se tiene una cicatriz dolorosa o se sufre de pie diabético, es muy común que sean las plantillas de descarga las responsables de mitigar los dolores.
  • Dolor ostearticular metatarsofalángico. Dentro de esta categoría entran variadas patologías como las fracturas por estrés, el síndrome de inestabilidad del 2º radio o el hallus rigidus.
  • Problemas de sobrecraga metatarsal. En cualquier caso en el que la zona metatarsal necesite perder parte de presión que recibe, estas plantillas serán de lo más efectivas.

¿Cómo usar plantillas de descarga?

A la hora de escoger plantillas y utilizarlas, deben cumplirse al menos, los puntos que aparecen a continuación.

Diagnóstico

La opinión de los profesionales es totalmente imprescindible. De nada sirve investigar por internet los síntomas de una patología y tratar de corregirla por medios propios. Son las pruebas y los resultados los que determinarán un diagnóstico y su respectivo tratamiento.

Ejercicios

En cualquier patología, los médicos suelen recomendar una serie de ejercicios y estiramientos con los que mejorar el problema y calmar las molestias. Estos ejercicios deben tomarse muy en serio y ser realizados de forma rigurosa, pues de lo contrario, ni la medicación ni las plantillas proporcionarían los resultados deseados.

Plantillas

Solo tras acudir al médico y conocer su opinión al respecto se deben comenzar a utilizar estas plantillas. Aunque existen muchos tipos de plantillas, las personalizada son sin duda alguna las más completas y las que han cautivado al personal especializado en ortopedia.

Calzado

Además de todo lo anterior, escoger un buen calzado que se adapte a cada problema y evitando las suelas planas, se consiguen mejorar los resultados e incluso corregir la postura. Recuerda que las plantillas son tan discretas e indoloras que no hay excusas ya para dejar de usarlas.