Una mala postura al correr puede ser la causante de muchas molestias en el pie. Aunque no siempre somos conscientes de ello, corregir nuestra postura nos ayudaría también a que nuestro pie sufra menos, aparte de evitar malestares en el resto de nuestro cuerpo.

En este post te damos algunos consejos para corregir la postura para correr, algo esencial si quieres hacer running de manera sana y evadiendo posibles dolencias.

Consejos para mejorar tu postura para correr

Todo nuestro aparato locomotor entra en funcionamiento cuando empezamos a correr. Es importante tener en cuenta los aspectos que afectan al movimiento del pie y su correcta posición en la carrera.

1. Haz un aterrizaje suave.

La caída del pie debe ser suave, amortiguada, no debería sonar fuerte el impacto con el suelo. Ya corras sobre césped, tierra o asfalto, procura reducir la intensidad de la pisada. Para eso, las plantillas Biontech te ayudan de manera especial, reduciendo el impacto del suelo sobre las plantas de tus pies y tus articulaciones.

2. Corre con los pies rectos, levemente hacia fuera.

Los pies no deben abrirse excesivamente, ni tampoco correr hacia dentro. Una mala postura al correr puede provocar tropiezos y caídas más fácilmente, así como también lesiones en las articulaciones.

Las personas que padecen de una determinada patología en el pie, como la intrarrotación de la marcha, puede requerir de la ayuda de zapatillas ortopédicas.

3. No des una zancada muy larga

La zancada larga suele conllevar mayor tensión y fatiga, lo que afecta a nuestras articulaciones y nuestros músculos. Si bien la zancada larga es una técnica de carrera, en ocasiones puede suponer una mayor sobrecarga del pie. En caso de optar por este tipo de zancada, debemos reducir la frecuencia y aumentar el impulso para darle una sensación de mayor brío y viveza a la carrera.

La zancada corta genera menos tensión en las articulaciones y músculos, por lo que lo ideal es aumentar la frecuencia. Al ser una zancada más corta, se reduce también el tiempo de impacto con el terreno, lo que ayuda a relajar la tensión.

4. Las rodillas siempre por delante del pie.

En la carrera, la clave para evitar malas posturas al correr es asegurarnos de que nuestra espalda está recta y nuestras rodillas siempre quedan por delante del pie. De este modo, nos aseguramos que las articulaciones de la rodilla no sufren tanto por el impacto con el suelo.